Hit en YouTube: los mashups de rock cumbiero

Mezclando Queens of the Stone Age con Pablo Lescano, un santiagueño de 22 años craneó el último fenómeno microcósmico para mover y mover sin descolgarte la guitarra

En este rincón, el stoner, que podemos discutir si es metal o no pero en el peor de los casos lo

orilla. En el otro, la criaturita dilecta de Pablo Lescano, esa cumbia con teclado procesado que se dice villera pero suele animarle la joda con toda suficiencia al pibe burgués que se siente la mar de guacho por balbucear la palabra "tanga". Suena la campana, avanzan cada uno por su lado al centro del ring, y cuando se cruzan en el medio, zas, se suspende la pelea: un abrazo de amigo y todos contentos. ¿De qué hablamos? De "No One Knows" de Josué y las Reinas, remix del tema homónimo de Queens of the Stone Age en el que Josh Homme hace su gracia sobre una tropibase ortodoxa. El último viral bastardo de la sucursal local de la Internet que, por algún motivo, funciona demasiado bien.

El responsable es Ojcar Bass, u Oscar Coronel, santiagueño de Frías, 22 años, bajista del grupo de reggae y ska Polvo y Nada, productor. "Siempre fui de hacer experimentos un tanto bizarros. Recuerdo que de chico veía unos cortos en VH1 donde mezclaban canciones de The Supremes con Yerba Brava o Fergie con Antonio Rios. Me parecía genial. Un día en mi estudio me puse a hacer una maqueta de un tema de The Strokes en ritmo de cumbia, para mostrarsela a un amigo, sin saber que esto iba a terminar siendo "El Shulian K-sablan-k". Ah, porque sí, la de QOTSA no es la única: también tenemos "Reptilia" por El Shulian de marras, "Take Me Out" por El Ale K-prano$ y El Alesi Tarner y la Monada Arti-K con "Brainstorm", el tema que le está haciendo levantar las manos a todos los negros de Sheffield. Acá, suSoundCloud con todos los híbridos.

Oscar graba en su casa, con Pro-Tool y los mismísimos instrumentos que usan los productores de cumbia villera. "Tengo las sesiones de grabación de las bandas, donde están todos los instrumentos y voces en diferentes tracks. De todo esto siempre suelo dejar sólo las voces y algunas guitarras que considero imprescindibles", explica.

En un país en el que el rock -con cierto grado de adolescencia y anacronismo- eligió a la cumbia como enemigo perpetuo, podría esperarse un rosario de puteadas por la herejía. Pero no, parece que Mailer pifió con aquello de que los tipos duros no bailan, porque dice Oscar que "la verdad, me sorprendió la respuesta de la gente con esto, ¡pensé que me iban a esperar en la puerta de mi casa con antorchas! Recibo más criticas positivas que negativas. Incluso hay gente que me dice que odia la cumbia pero escucha mis remixes". ¿Y qué diría Homme a todo esto? "No sé, creo que no entendería nada. Pero de cierto modo también lo imagino soltando una carcajada. Definitivamente sería algo divertido de ver".

Por Diego Mancusi