Cosquín rock: tres días de música en tierra cordobesa

Charly García, Calle 13, Almafuerte, La pelotas son sólo algunas de las bandas que tocaron en el festival celebrado en La Punilla

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Por Segismundo Trivero / Charly fue el encargado de cerrar la primera fecha

El festival Cosquín Rock atraviesa su edición número 14 con una buena convocatoria y una gran oferta artística, dividida en tres escenarios principales y dos secundarios, en el Aeródromo de Santa María de Punilla, en Córdoba.

Día 1. Como suele ocurrir en Cosquín Rock, la lluvia también se cobró víctimas: Charly García -a cargo del main act del primer día- demoró el inicio de su show esperando a que los cielos se abrieran. El viejo músico se quedó en camarines punteando su guitarra amplificada hacia todo el estadio, y el público, bajo la llovizna, no supo que esos acordes de "Satisfaction" que le daban melodía a la espera eran los del propio genio del oído absoluto. Después, en el inicio de su show (un largo set adaptado de "Líneas paralelas-Artificio imposible", con la voz de Rosario Ortega en coros), la sección de cuerdas, con violines y cellos, actuó bajo la protección de los paraguas. Charly García contó con invitados inesperados: Pity Álvarez (que había tocado de sorpresa con Viejas Locas en el escenario número dos) se sumó a "La sal no sala" y Nito Mestre, en "Instituciones", cantó vía Skype y se lo vio en una pantalla gigante. "Cerca de la revolución" y "Nos siguen pegando abajo" fueron otros de los temas más festejados.

Antes de Charly García habían pasado por ese escenario León Gieco (en versión electrificada, junto a la murga Agarrate Catalina), Skay y los Fakires, Illya Kuryaki (a pesar de que Emmanuel Horvilleur se declaró afiebrado), Iván Noble y Banda de Turistas, entre otros. En el segundo escenario, el rock chabón y el rolinga coparon la parada: La 25, Gardelitos, El Bordo, La Beriso, Cielo Razzo, Ojos Locos y Culpables de este sentimiento.

Día 2. René, el cantante del dúo boricua, guardó esta vez su pecho (no quiso sufrir de un catarro ante la lluvia -que persistía- y el frío serrano), pero abrió su corazón y le dedicó "No hay nadie como tú" a su mujer argentina: la actriz embarazada Soledad Fandiño. Un rato después, el cantante de Las Pastillas del Abuelo, Piti Fernández, se pronunció en contra de Monsanto ("Fuera Monsanto de América Latina", coreó a capella) y en contra de las amenazas que recibe Susana Trimarco en Tucumán. Las Pelotas, Catupecu Machu y Carajo también tocaron allí.

En el segundo escenario todo fue reino del heavy metal: desde temprano sonaron los punteos frenéticos y la distorsión violenta de Mastifal, Hammer, Lethal, Rowek y Viticus, y el cierre fue de Horcas (presentando su nuevo disco, Por tu honor) y de Almafuerte. Ricardo Iorio hizo alarde de su verborragia y se mofó de los rolingas que la noche anterior habían dominado ese mismo territorio. "Esto no es 'Nena, te levanté en la ruta y te traje a mí'", dijo, burlándose de las líricas de aquellas bandas. "No, señores. Nosotros estamos hasta la pija. Porque estamos en el rock desde chiquitos".

Día 3. Con la harmónica pegada a la boca, Andrés Ciro salió junto a sus Persas a cerrar la última noche del festival. Empezó con "Banda de garage" y siguió a ritmo parejo durante un show de poco más de una hora que incluyó, también, algunos hits de Los Piojos: "María y José", "Canción de cuna", "El farolito", "Muévelo", "Ruleta" y "Como Alí". En ese momento había en el campo alrededor de 35 mil personas coreando esas melodías que marcaron a fuego los 90 y la primera década del nuevo siglo. Las tres noches fueron parejas en convocatoria, sumando alrededor de 120 mil tickets en total.

Antes de Ciro, Adrián Dárgelos se había meneado como un muñeco travieso en la pasarela del escenario: Babasónicos había iniciado su show con "El baile de Odín" y había incluido en su set "Microdancing", "Los calientes", "Fiesta popular", "Run run", "Desfachatados", "Putita" y, para el final, "Yegua".

Temprano a la tarde, en el domo principal, Raly Barrionuevo había entregado un set rockero y folklórico, potente y sensible, donde había citado a Peter Capusotto con su latiguillo registrado: "¡Esta canción habla del faso!", antes de iniciar los acordes de "El sol parece lluvia". Barrionuevo tocó además dos chacareras: "Alma de resábiale", de Carlos y Agustín Carabajal; y "La chacarera del exilio", de su propia pluma.

La Vela Puerca, Guasones, Salta La Banca, La Que Faltaba, Nonpalidece, Dread Mar I, Dancing Mood, Zona Ganjah, Kameleba, entre otros completaron el cartel.

Por Javier Sinay